En la actualidad existen varias campañas informativas con la intención de que los consumidores sepan distinguir cuándo un queso que están mirando se trata de un auténtico Queso Manchego, y reconocer fácilmente las imitaciones. El motivo de tal campaña sea posiblemente la utilización del nombre por otro tipo de producto que no es auténtico, y se nos presenta como “Queso tipo Manchego”, que por supuesto poco se parece al original. Pero para resumir, dejamos aquí varias pistas para saberlo diferenciar claramente.
Si lo que vamos a comprar es una pieza entera lo primero que comprobaremos es la trama de su aspecto exterior, hecho con líneas, que dividen al queso en cuatro partes. Según su grado de maduración su color puede variar de un marfil claro hasta un color pardo. Y en su etiquetado se hará constar que se ha elaborado de forma íntegra con leche de oveja manchega. Y por supuesto, aparecerá la palabra “Manchego” en su etiquetado. Este queso sólo se elabora en una zona concreta, delimitada por su Denominación de Origen, y que incluye parte de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Además, junto a la etiqueta comercial veremos otra contraetiqueta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Manchego, mostrando su logotipo, con número y serie. Esto garantiza que estamos ante una pieza que ha superado los perceptivos controles de calidad. Y si la pieza que tenemos es inferior al kilo y medio de peso, irá cruzada por una línea azul en su parte superior derecha
Si lo que tenemos es una porción envasada deberemos comprobar que presenta las características descritas anteriormente, y que el interior del queso presentará un color que irá del blanco al marfil, también en función de su maduración. La pasta que lo forma tendrá un aspecto homogéneo, y el corte será completamente liso o mostrará “ojos” pequeños (los pequeños agujeros o burbujas típicas de la fermentación), repartidos de forma irregular por toda la porción.
Si esta porción está envasada en un film de plástico tendrá una contraetiqueta con franja verde en su parte superior derecha. Y en la cara posterior deberá mostrar un disco de caseína con el término “Manchego”.
Seguro que ya conoces todas estas características, pero no está de mal tenerlas siempre presente a la hora de comprar un producto de una calidad excelente como el Queso Manchego… ¡y que no te la den con queso!.
Por supuesto, en el Museo del Queso Manchego de Toledo encontrarás el auténtico Queso Manchego, y disfrutar de los mejores que hemos seleccionado.